Historia De Maria Lionza: La historia y el mito de la deidad femenina María Lionza
María Lionza es una deidad central en la mitología venezolana, cuya veneración se remonta a las tradiciones indígenas precolombinas, específicamente de los grupos étnicos Yaruro y Caquetío. Su culto se consolidó durante el siglo XX, especialmente en la región de Sorte, estado Yaracuy, donde se encuentra el Cerro María Lionza, considerado su lugar sagrado. Según la leyenda, María Lionza fue una princesa indígena que gobernó con sabiduría y justicia, y tras su muerte, se convirtió en una entidad espiritual asociada a la naturaleza, la fertilidad y la protección. Su figura es parte fundamental de la llamada Corte Venezolana, un panteón espiritual que incluye a otros seres como el Negro Felipe y el Cacique Guaicaipuro, y su culto mezcla elementos indígenas, africanos y católicos.
El mito de María Lionza ha sido estudiado por antropólogos como Angelina Pollak-Eltz, quien en su obra María Lionza: Mito y Culto Venezolano (1972) analiza su evolución histórica y su impacto sociocultural. Su festividad principal se celebra el 12 de octubre, coincidiendo con el Día de la Resistencia Indígena, y atrae a miles de peregrinos al Cerro María Lionza. Aunque su culto no está oficialmente reconocido por la Iglesia Católica, ha trascendido fronteras, extendiéndose a países como Colombia, República Dominicana y Estados Unidos, donde comunidades migrantes mantienen viva su devoción.
Claves sobre el culto a María Lionza
- ¿Cuál es el origen del mito de María Lionza? El mito surge de las tradiciones indígenas precolombinas de los Yaruro y Caquetío, y se consolidó como culto en el siglo XX en Venezuela.
- ¿Dónde se encuentra el centro de su veneración? El Cerro María Lionza, ubicado en el estado Yaracuy, es considerado su lugar sagrado y principal centro de peregrinación.
- ¿Quiénes son las principales figuras asociadas a su culto? María Lionza forma parte de la Corte Venezolana, junto al Negro Felipe y el Cacique Guaicaipuro, siendo estos sus principales acompañantes espirituales.