Coplas Para Mamá Venezuela
¡Ay, mi gente! Aquí les traigo un poquito de ese sabor venezolano que tanto nos identifica, ¡pa’ cantarle a nuestra Venezuela querida! Porque esta tierra es nuestra madre, nuestra raíz, el sitio donde el tequeño sabe a gloria y el Ávila nos abraza. No hay nada como el calor de su gente, el chalequeo sano y la alegría que se desborda en cada esquina. ¡Así somos, con la sangre llanera y el corazón guaro!
Nuestras coplas son un canto al sentimiento que nos une, a la fuerza de un pueblo que, a pesar de los guayabos, siempre se levanta. Son versos que huelen a arepa recién hecha, a café colao y a brisa de playa. Cada estrofa es un pedacito de nuestra historia, de nuestras tradiciones y de la pasión que le ponemos a todo. ¡Venezuela es un poema, un canto que se baila y se siente en el alma!
¡Venezuela en el Alma!
- El Ávila, guardián eterno.
- El sonido del cuatro, ¡ay, qué sabroso!
- El sabor del pabellón criollo.
- La alegría de un buen joropo.
- El calor de su gente, sin igual.
Así que, mis panas, cuando escuchen estas coplas, sientan el latir de nuestra tierra. Que resuenen en sus corazones como el golpe de un tambor, como el silbido del viento en el llano. Porque Venezuela no es solo un país, es un sentimiento que se lleva en la piel, un amor que no se explica, ¡solo se vive!